jueves, 12 de diciembre de 2013

No es lo único que ha variado en sus fórmulas habituales. En la nota preliminar del libro reconoce que la Primera Guerra Mundial le interesa desde niño, cuando vivía en Australia y celebraban en el colegio, el 25 de abril, el aniversario de la batalla de Gallipoli, en la que Australia, Nueva Zelanda y británicos lucharon contra el imperio otomano. Era, como vemos, un asunto pendiente, porque dice que le “nubla la visión acerca de la humanidad”. Barbarie contra humanidad, el motivo de todos sus libros hasta el momento.

El protagonista de Quedaos en la trinchera y luego corred es Alfie, un niño que celebra su quinto cumpleaños el 28 de julio de 1914, justo el mismo día en que estalla la Primera Guerra Mundial. Alfie ve partir a su padre, Georgie, que en contra de su familia, ha decidido alistarse inmediatamente, convencido de que todo acabará antes de las Navidades.
Pero la guerra no acaba y el padre de Alfie tampoco vuelve. El niño limpia zapatos en King’s Cross cuando descubre que su padre no está luchando en la Gran Guerra… sino en un hospital para soldados. Está vivo pero enfermo, por lo que el pequeño decide traerlo de vuelta a casa.
John Boyne se formó en el Trinity College y en la Universidad de East Anglia, Norwich, Inglaterra. Se hizo mundialmente conocido con el libro El niño con el pijama de rayas, novela de la que se vendieron sólo en España dos millones de ejemplares. Ha publicado cuatro novelas más, entre las que destaca El increíble caso de Barnaby Brocket. Sus libros están dirigidos tanto a niños como a adultos, y cuentan historias que recuerdan a las víctimas olvidadas de la guerra

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